¿Con qué frecuencia has necesitado persuadir a otros para que hagan algo?
Es una situación que surge casi todos los días, ya sea hacer que tu hijo adolescente ordene su habitación, que tu hijo en edad preescolar se vista o que un colega asista a una reunión en tu nombre. Algunas personas parecen poder hacerlo sin esfuerzo y casi sin que nadie se dé cuenta, mientras que otras recurren al poder de su posición para hacer cumplir lo que quieren.
Las habilidades de persuasión se pueden aprender como cualquier otra, y son una parte clave para poder influir en otros para lograr tus metas y objetivos.
Maneras de influir y persuadir
Persistencia
Todos conocemos personas que buscan persuadir hablando constantemente. Parece que piensan que pueden someter a los demás simplemente reiterando su punto de vista constantemente. Esto, básicamente, es molesto. Y a veces funciona, por supuesto, porque sus colegas o familiares ceden únicamente para conseguir algo de paz. Pero, como regla general, otros persuadidos de esta manera probablemente no hayan comprado la idea y no estén comprometidos con ella.
Esto significa que cuando las cosas se ponen difíciles, la idea fácilmente podría marchitarse y morir.
Coerción
Otros recurren al poder de su posición y les ordenan a otros que hagan lo que quieran. Esto, en su sentido más desagradable, es coerción. Una vez más, a su familia o colegas no necesariamente les gustará lo que están haciendo. Si es difícil, es posible que se rindan. Se emitirán más órdenes para rescatar la idea, pero nuevamente, puede que no tengan éxito, porque los involucrados lo están haciendo porque tienen que hacerlo, no porque quieren.
Una mejor manera
El ‘Santo Grial’ de la persuasión, entonces, es hacer que otros compren la idea y quieran hacerlo a tu manera. Y la mejor manera de hacerlo es de una manera que los demás no se den cuenta. ¿Pero cómo?
La fábula del sol y el viento es un buen ejemplo:
El viento y el sol decidieron hacer una competencia para decidir de una vez por todas quién era más fuerte. Estuvieron de acuerdo en que el ganador sería el que pudiera persuadir a un hombre de que se quitara el abrigo. El viento soplaba y soplaba, pero el hombre solo se agarró con más fuerza a su abrigo. Luego, el sol bajó suavemente y, en cuestión de minutos, el hombre se quitó el abrigo.
La moraleja aquí es que no se puede obligar a alguien a hacer lo que no quiere; en cambio, el arte de la persuasión consiste en hacer que ellos quieran lo que tú quieres.
Persuasión invisible
Considera este ejemplo de un grupo de estudiantes que elige un líder para una tarea grupal.
El grupo había acordado el tipo de persona ideal y había dos candidatos obvios dentro del grupo, Sue y Steven.
Sue sugirió que Steven asumiera la tarea y él aceptó felizmente. Decisión tomada. Todos sonrieron, excepto un miembro del grupo, John.
John, que había estado en silencio hasta ese momento, dijo: “Steven, no olvides decirnos qué quieres que hagamos para ayudar. Con tu nuevo trabajo, tendrás muchas cosas en marcha y deberás asegurarte de organizarnos o no lo haremos todo. ”
Steven pareció pensativo y luego dijo: “Sabes, pensándolo bien, no estoy seguro de tener tiempo para hacer esto además de comenzar mi nuevo trabajo. Tengo muchas cosas, como dices. Quizás sería mejor que Sue lo hiciera. ”
Todos miraron a Sue, quien dijo que lo haría si el grupo quería. Todos estuvieron de acuerdo en que sería lo mejor.
Más tarde, Sue le preguntó a John en privado por qué había intervenido cuando el grupo ya se había decidido por un líder. Dijo que pensaba que ella lo haría mejor que Steven y obtendría un mejor resultado para el grupo.
En este ejemplo, John había usado sus habilidades de persuasión de manera muy sutil para obtener lo que quería y creó una situación en la que todos salían ganando a partir de una conversación potencialmente desagradable.
Steven estaba feliz de que el grupo hubiera reconocido sus habilidades, e igualmente feliz de que él no estuviera liderando la tarea.
De hecho, al final, quería que Sue lo dirigiera, sin que John tuviera que arriesgarse a molestarlo diciendo que pensaba que Sue sería mejor.
Barreras para la persuasión exitosa
Una forma de pensar en lo que funciona para persuadir a los demás es pensar primero en lo que no funciona.
En su libro Persuasion IQ, Kurt Mortensen enumera diez obstáculos para una persuasión exitosa:
- Pensar que eres mejor persuadiendo de lo que realmente eres, por lo tanto, no perfeccionar tus habilidades. En su lugar, mírate detenidamente y observa en qué aspectos necesitas mejorar tus habilidades.
- Intentar demasiado. Parecer demasiado entusiasta probablemente desanima a la gente más rápido que cualquier otra cosa.
- No hacer el esfuerzo necesario para obtener lo que deseas. Nada, o al menos no mucho, es gratis en este mundo.
- Hablar demasiado. Detente y escucha a las personas a las que necesitas persuadir.
- Proporcionar demasiada información, lo que confunde a la gente y les hace pensar que estás tratando de cegarlos con conocimiento. Se preguntan ¿Qué no les estás diciendo?
- Desesperación. Al igual que la falta de sinceridad, las personas pueden detectar el miedo a distancia y no les gusta.
- Tener miedo al rechazo. Esto incluso puede evitar que las personas intenten persuadir en casos extremos.
- No estar preparado. No puedes ‘improvisar’ todo el tiempo. Tu audiencia verá a través de ti y pensará que valoras tu tiempo más que el de ellos.
- Hacer suposiciones sobre tu audiencia y luego no estar preparado para reevaluar cuando surja nueva evidencia.
- Olvidar que toda la conversación es importante. Es necesario comprometerse para persuadir, desde el principio.
Persuasión exitosa
Las investigaciones muestran que hay una serie de cosas que a la gente le gustan de los persuasores exitosos.
La investigación de Kurt Mortensen sugiere que estos elementos son en gran parte emocionales. Incluyen cumplir promesas, ser confiable y asumir responsabilidades, ser sincero, genuino y honesto, conocer el tema y creer en él, construir una buena relación y ser entretenido, así como no discutir y brindar soluciones que funcionen.
Las habilidades clave para una persuasión exitosa, entonces, son bastante amplias. En primer lugar, los persuasores exitosos tienden a tener una alta autoestima y una buena Inteligencia Emocional en general. Realmente creen que tendrán éxito.
También necesitas mantenerte motivado y creer en ti mismo y en tus ideas.
Además, debes comprender cómo piensa tu audiencia.
Las habilidades clave aquí incluyen empatía y buenas habilidades de escucha, incluida la escucha activa. Si escuchas, tu audiencia generalmente te dirá qué y cómo están pensando. También ayuda poder construir una buena relación; A las personas les gustan las que se toman el tiempo para convertirse en amigos. En realidad, se deduce: si somos honestos, todos preferimos hacer lo que sugiere un amigo que alguien que no nos gusta, por muy sensata que sea la idea. Establecer una buena relación también ayuda a generar confianza.
Los buenos persuasores o influencers también tienen muy buenas habilidades de comunicación.
Es esencial que puedas transmitir tu punto de manera sucinta y efectiva, de lo contrario, nunca podrás persuadir a nadie de los méritos de tu puesto.
Conclusión
Se necesita tiempo, pero desarrolla estas habilidades y comenzarás a desarrollar “poder auténtico”, lo que significa que tienes poder porque la gente cree en lo que estás diciendo. Una vez que lo tengas, es probable que tengas mucho más éxito en persuadir e influir en los demás, ya sea en casa o en el trabajo.
Franklin Rodríguez Acosta 
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